Esta no era mi idea, no era mi plan para ti, no era mi plan para tu papá, ni para nuestro tiempo en familia, nuestros primeros días, primeros paseos, y tengo que confesar que antes de esta locura, cuando podíamos pasear (que a algo nos ha dado tiempo) yo iba agobiada por la calle, por si llorabas, por si tenías frío o calor, por si tenías hambre… cual padres primerizos, y llegaba la calma cuando abría la puerta de casa y estábamos los tres en nuestro salón, en nuestra zona de confort.
Violeta, me pasaría mil cuarentenas mirándote, cómo pestañeas, cómo sacas la lengua, cómo bostezas, duermes y hasta lloras porque cuando os miro a ti y tu papá se para el tiempo o más bien, el tiempo vuela…
Y no te faltan los achuchones, ni el cariño, ni los mimos (ahora mismo duermes con tu boca abierta encima de papá, ese papá que te va a consentir… (ay la que me espera) Pero ahora te faltan los achuchones de la bisabuela (esa mujer de 100 años que te ha cogido en sus brazos) de los abuelos, de los titos, de los primos, de los amigos… todos ellos, si pudieran, se colaban por la pantalla del móvil mientras hacemos una de nuestras video llamadas y te comían a besos. Las abuelas esperan pacientemente, aunque se les hace cuesta arriba, a Darío no le vale con verte porque quiere tocarte… Pero lo harán Violeta, te comerán a besos cuando esto acabe, te achucharán… y papá y mamá aprovecharan esos ratitos para tomarse una cervecita, porque todos quieren cuidarte y quedarse contigo.
Todos estamos en casa, mirando por los demás, porque todos nos cuidamos. Hay mucha gente a la que dar las gracias y sentirse orgullosos, porque lo bueno siempre gana a lo malo, porque la solidaridad siempre gana a la insolidaridad, porque la generosidad siempre gana al egoísmo y porque esto es una cadena y todos nos queremos.
Violeta, esto te lo contaremos de principio a fin, porque tendrá un fin mientras tanto te miro, me miras y con eso me sobra.
1 comentario
No hay nada más bonito que el amor de una madre por sus hijos. Que bonito!!! Cuidaros mucho!!!